viernes, 3 de agosto de 2012

You Can't always Get what you Want

El otro día llegué a una conclusión extraña. Terminé por entender que las personas no reciben lo que merecen, ni para bien ni para mal.
Pero lo raro fue cómo llegué hasta ahí. Porque lo que quería demostrar era, justamente, lo contrario. Al creer que todo tiene una justificación y una razón por la cual las cosas suceden, estaba "buscando" (o mejor dicho, no me podía explicar) una razón por la que a los desaparecidos les ocurrió lo que ya sabemos. Evidentemente no la encontré (¡¡por suerte!!). Fue entonces que me puse a pensar si la cuestión no fuese al revés, si bien parecía un poco ridículo. Claro, ¿cómo no va a recibir cada uno lo que merece?
 Y, precisamente, no pasa. ¿Cuántos acá nos hemos roto el lomo estudiando para tal prueba y nos fue mal? ¿Cuántos deportistas se matan entrenando e igual fallan? ¿Cuánta gente muy bien calificada y entrenada recibe hoy sueldos bajos? ¿Cuánto músico sobresaliente hay por ahí que no tiene el reconocimiento merecido? 
Y al revés también. ¿Cuántas veces vemos a más de un idiota en televisión que se le da más prensa que bien podría aportar más? ¿Cuánto nabo o chanta hay que cada tanto tiene un "golpe de suerte"? ¿Cuánta gente gana millones por ir a un programa a contestar A, B o C que otro aporta avances a la ciencia?
 Yo hasta hace poco pensaba que todo lo que uno hacía para bien o para mal le venía devuelto pero no de la misma manera. Quiero decir, no porque alguien diese una piña iba a recibir una, sino que le podría ser "devuelto" en -no sé, por ejemplo- un corte en la mano. Pero esto queda invalidado al tener diferente valor para cada uno, al situarnos en contextos y situaciones emocionalmente distintas. Y como no es una situación objetiva en sí (si es que sucede por algo), es muy difícil -por no decir imposible- poder evaluar en dolor o en beneficio, que efectivamente lo que le hizo le fue "devuelto".
 Ahora, lo más interesante: esto ¿es un problema? Y..., muy bueno no está, porque al final quien realmente se esfuerza por algo y no lo obtiene; y en cambio ve que gente que no lo merece lo obtiene (no siempre, pero pasa), realmente quiere mandar todo a la mierda. Dicen que en esta vida todo vuelve, que "tarde o temprano nos llega la cuenta de todo lo que hacemos". A lo mejor yo soy demasiado joven como para evaluarlo, pero si la distancia me dio razones significa que la edad tiene bastante poco que ver.
 Entonces, si quedamos que es un problema, ¿cómo se resuelve algo irregular, que ni siquiera lo maneja el 'karma'? Yo con lo único con lo que me voy a quedar es con la intención, si no voy a conseguir lo que quiero, al menos me quedaré con la conciencia limpia de que lo intenté de forma honesta.


Aclaración: A aquellos que leyeron la parte de los deportistas que se entrenan y 'fallan' y pueden pensar que me referí a Del Potro, nada tiene que ver, el boceto de este escrito fue hecho hace 4 días. Y no conciban 'fallar' como fracasar, sino como no haber obtenido lo que se pretendía, que pocas veces tiene que ver con eso. 

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