miércoles, 16 de agosto de 2023

La Memoria III

 [Manuscrito hallado en un cuaderno, fechado el 04/07/2022, en CEMIC, Saavedra]

    Como se sabe, la memoria nunca es real ni total, cada unx juega al juego que más le conviene o le gusta o se convence: unx se basa en aquello que se acuerda o cree que se acuerda y cómo se lo cuenta y/o autovalida. Por ende, todo el relato y autojustificación que uno hace con su historia e identidad es son subjetividades sobre subjetividades. Una historia incorrecta y vestida de los juicos personales de la época -también personal- de cada uno. Ergo, el nivel de relevancia de la memoria también pasa a ser subjetivo, y la formación de la personalidad/identidad, reflejo de los reflejos de aquello que uno quiere, pretende o le gustaría -a lo sumo- reflejar.

    Construir es modificar destructivamente algo que estaba e incorporar algo que se irá modificando a lo largo del tiempo. Los actos se agotan pero se renuevan, ¿no? Con otro nombres pero sigue pasando. Vivir es inevitable. Y eso es una porquería porque en ningún momento se le puede poner pausa. Ni siquiera dormido, ni siquiera en coma. Morirse es una angustia, un deleite. Siempre está pasando y todo parece apuntar hacia allí. Como si la vida, metafísica, fuese adicta. Solo quiere escaparse hacia allí. La puta madre que lo parió, las mentes conscientes no nos merecemos tan poco...