miércoles, 21 de noviembre de 2012

¿Qué ves?

Últimamente una hermosa costumbre de sacar a pasear a mi perra me hizo reparar en un hecho que puede parecer insignificante y hasta boludo, pero está bueno.
Cualquiera que haya visto un perro paseando por la calle una vez en su vida, sabe perfectamente que va mirando/oliendo el piso y cada p*to árbol que se le cruce en el camino. Mea, caga, y cosas hermosas...
Ahora, lo que me llamó la atención es que, justamente, a veces sencillamente mi perra se pone a husmear u oler en lugares donde simplemente... no hay nada. Mi mascota podrá estar vieja pero más de una vez nos demostró que de estúpida no tenía un pelo. Entonces, es entre curioso y raro que de repente se detenga en una baldosa totalmente limpia. Y es ahí donde se me ocurre que nosotros, humanos, cuántas (cuántas!) cosas nos pasarán desapercibidas solamente porque no las percibimos de inmediato, porque no las captamos al instante, por ser demasiado chicas, o demasiado grandes. 
Por eso creo que es preciso que tratemos de adoptar una actitud semejante, pero en el sentido de no dejar pasar nada por más insignificante, burdo, estúpido o inútil que parezca. Es verdad, no nos va a servir absolutamente todo, pero siempre creo que de todo se puede sacar algo, una enseñanza, algo positivo. Ya Gieco afirmaba "Casi casi nadame resulta pasajero/ todo aprendo de mis sueños". Bueno, yo propongo algo parecido, por no decir igual. Al menos en la observación de nuestro paisaje cotidiano, estoy seguro que algo nuevo vamos a aprender, o nos llevará a pensar otra cosa. Como me sucedió a mi con mi perra.

1 comentario:

  1. Cuánto nos perdemos por confiar tanto en la vista y relegar otros sentidos tan ricos.

    ResponderEliminar

Expresate como quieras, aca cualquier opinion es bienvenida