domingo, 14 de octubre de 2012

No soy un extraño

Amo hablar con extraños, me encanta. Soy una persona que cree que el inconsciente colectivo y popular está en la calle, en la gente de todos los días, en un grafitti o en un anuncio, ahí donde todo el mundo lo puede ver  y opinar. Pero nadie se muestra totalmente como es en una simple conversación esperando el bondi, aunque es esto lo que potencia el contenido y el modo en que vamos a decir aquello que estratégicamente debemos elegir a la hora de hablar. En un instante podemos pintarle la vida a alguien o no decirle nada. Por eso cualquier cruce con cualquiera puede ser crucial. Nunca es casualidad cruzarse con nadie, ya que todos podemos aprender algo, nosotros enseñarle, o ambos. 
Quizá alguno ya halla leído el ejemplo del mendocino en la parada del 111, pero voy a ejemplificar con un caso nuevo. Hace un par de días en la plaza del Nunca Más: volviendo de inglés, un viejo perdido en el lugar me pregunta cómo desembocar a Artigas. Le contesto que yo también voy hacia allí:
- Ah, bueno, te sigo entonces... Je je ¡qué te voy a seguir si uds. son jóvenes! ¿Sabés algo? Nunca te llevés un cigarrillo a la boca, no sabés cómo te mata. 
- Sí, no se preocupe que no fumo.
- Sí, ni hablar, porque después pasas por desintoxicación, cirugía  operaciones, y s horrible. Yo tengo 90 años y hace 10 que no fumo, mirame... Yo ahora veo a mi nieto de 16 y le digo 'dejate de joder'...

Para mi fue sencillamente brillante. Con este hombre podríamos haber tenido diferencias políticas, económicas, culturales, religiosas, incluso ser de 2 cuadros rivales clásicos. No importó. El tipo, sin inhibiciones ni prejuicios fue y se la jugó, no pensó en lo que yo me podría haber quedado pensando, ni como lo veía, fue y me batió la posta. A mi me pareció simplemente genial, aplaudo esa actitud.
Por eso apoyo esta iniciativa. Si cada pequeño encuentro nos puede dejar una pequeña gran enseñanza, démosle par adelante y que así sea.

1 comentario:

  1. De las últimas cosas que subiste, me quedo con esta. Son las pequeñas situaciones. Me hacés a acordar cuando pienso en qué lindo es saludar con un chau al colectivero cuando me bajo en la última parada.

    pd: presento el nuevo espacio, veremos si queda en la nada o continúa, un abrazo, darío.

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