La otra vez se me ocurrió pensar que, dentro de cada personalidad, podrían haber ciertas, pequeñas contradicciones. Pero en este sentido: se avalan ciertas cosas que, sumadas con otras, no corresponderían dentro de la lógica de los hechos.
Explicándome, en nuestro día a día la velocidad con la que transcurren los hechos, casi que nos obliga a tener una opinión "formada" de cada cosa que pasa (el choque de trenes, asesinatos, el fútbol y demás). Y la verdad es que pocas veces tenemos el suficiente tiempo como para pensar cada cosa que (nos) sucede; entre trabajo, estudio, pareja. Lo cierto es que muchas veces tiramos una opinión cualquiera con tal de no quedarse fuera de la discución, excluído. Y ni siquiera se va a opinar de la misma manera si experimentamos un hecho, a no hacerlo.ç
Pero entre todo esto, sucede que se avalan ideas y a su vez se critican ciertas cosas que, sí o sí, van de la mano.
Dos ejemplos contundentes: No se pueden criticar la superpoblación mundial y al mismo tiempo elogiar los avances en medicina ya que es obvio que una es directa consecuencia de la otra. O viceversa, no se puede criticar la superpoblación si se elogia la medicina.
Otra más: no se puede criticar las inundaciones que suceden cada vez que llueve, si al mismo tiempo tirás papeles a la calle. Porque ese papel, más hojas, más la suciedad es lo que tapa las cañerías y provoca inundaciones en la calle.
A ver si se entiende: no se trata de ser perfecto o no tener contradicciones o errores. Tampoco esto es un blog de autoayuda, pero está bueno tener una manera de pensar coherente, antes que ser totalmente ecléctico o bipolar (en cuanto a pensamiento). Qué sé yo, al menos me parece que se podrían tener discusiones más interesantes o provechosas.
Pero para eso, creo yo, es necesario poder aislarse de ciertas cosas o al menos tratar de opinar de algunas que nos afectan de forma más cercana. Quizá sale bien
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