Porque lo curioso de hoy (en realidad, ayer) es que... no pasó nada. Nada. O sea, no le puse nada curioso, nada interesante al día. No tuvo nada de novedoso, nada de inspirador, nada sobre lo que ponerse a pensar, profundizar.
No sé; o sea, todo fue levantarse temprano, ir temprano al cole, cruzarse con un desconocido que cumplía años, dormirse y jugar a las cartas en Economía, luego del cole voley... y nada más. O sea, nada; nada sobre lo que detenerse a reflexionar. Ni siquiera algo chico. Frustrante.
¿Qué me pasa? ¿Se me está volviendo mediocre la vida? No señor, por favor no. No es lo que quiero. No que me agarre a los 16 (aunque esté a 2 días de cumplir 17). Ni ahora ni nunca.
A lo mejor yo no estuve suficientemente atento, o simplemente nada me llamó la atención. Sí, espero que haya sido solamente eso. Sino, lo mío es realmente preocupante.
De todas formas, como no suelo plantear un problema sin plantear una solución, por el momento todo lo que puedo decir es a ustedes, queridos lectores, no dejen que esto les pase. Hoy para mi fue un día perdido en el calendario. Un día para tirar a la basura, uno que no sirvió. Pasó como servilleta por mi boca, para ser deshecha. Por favor no lo permitan. Denle importancia hasta a lo insignificante (no exageremos tampoco, ¿no?). Y no dejen que la rutina los coma. Gracias.
P.D.: Para todo aquél que lo desee, puede dejar su método para solucionar esto (si tienen)