martes, 23 de octubre de 2012

"Yo nací para mirar, lo que pocos quieren ver..."

Este vendría a ser una especie de post recopilatorio, que en otra ocasión, quizá hace años, hubiera subido sin dudas. No sé si estaré perdiendo la percepción o la sorpresa, pero de ninguna forma es positivo. Aunque  más vale tarde que nunca, así que me aquí vamos. Me gustaría hacer 2 observaciones en particular.
En primer lugar, el día de la Primavera. Hace rato dejamos atrás el último 21 de Septiembre, sin embargo algo no deja de llamarme la atención. Al momento en que llegué ese día, más o menos a las 2 de la tarde, cruzando el puente que da a Facultad de Derecho me encuentro con que hay una Amplia parte del parque... vacío. ¿Qué? Históricamente tenías que llegar temprano porque luego no hay espacio ni para un alfiler. Pero, si bien corría el rumor de que Plaza iba a estar cerrada por la construcción de la línea H -y de hecho lo estuvo, aunque no se construya una mierda-, eso no significaba que tooodo ese espacio estuviera desierto. Del otro lado la cosa era bien distinta, posta, pero el parque es amplio, muchachos. Yo no quiero generalizar ni poner el mote a nadie, pero ruego a todos los cielos que esto no sea efecto de la extrema invasión tecnológica. O sea, que muchos se hayan quedado en casa con la compu o play en vez de abordar este histriónico día en el aire libre.

Por otro lado, un episodio muy reciente sucedió -dónde más- en el tren. Cuento: voy viajando en el último asiento del vagón y se abre la puerta contigua interior. Sale una chiquita -8 años- a pedir monedas. Está pidiendo en la otra columna, la puerta se vuelve a abrir, y sale -después me enteraría que era- su hermanito. E inexplicablemente empuja a la hermana, que se da contra una baranda y cae con el estómago lastimado. La nenita rompe en llanto mientras el pibe la mira y otra pibita más llega -la otra hermana, asumo- y le empieza a recriminar porqué lo hizo, vas a ver con mamá, no! se está haciendo, etcétera... Nadie entiende qué pasa, ni porqué pasó. Lo cierto es que este chico, harto de discutir, le agarra el brazo a la recién llegada y amenaza con pegarle, puño en alto. Y de no ser por otro hombre que había pasado pidiendo hacía un rato mientras tocaba su guitarra, tranquilamente le podría haber embocado. El resto nos quedamos sin hacer nada porque no creíamos realmente que le fuera a pegar, aunque perfectamente podría haber pasado. Acto seguido, el chico bajó el brazo y se quedó discutiendo con este tipo que le quintuplicaba la edad. No logré escuchar mucho de lo que se dijeron por el insoportable ruido de las vías oxidadas, pero por suerte no pasó a mayores. 
Sería un grave error y una absoluta contradicción si me pusiese a generalizar por la clase económica/social, cosas a las que me vengo oponiendo básicamente desde que arranqué el blog. Así que no voy a hacerlo, pero porque estoy en desacuerdo. Ahora, espero seriamente que esto no pase o no se propague más por este costado, porque sabemos es gravísimo. 

Esto nada más. Podría haberlo dicho antes, pero me pareció una buena oportunidad para sacarlo a la luz. Say No More.

Y aprovecho este día para mandarle otro saludo más al Maestro, al más grande, a Charly García en su cumpleaños, vamos por muchos más!!

domingo, 14 de octubre de 2012

No soy un extraño

Amo hablar con extraños, me encanta. Soy una persona que cree que el inconsciente colectivo y popular está en la calle, en la gente de todos los días, en un grafitti o en un anuncio, ahí donde todo el mundo lo puede ver  y opinar. Pero nadie se muestra totalmente como es en una simple conversación esperando el bondi, aunque es esto lo que potencia el contenido y el modo en que vamos a decir aquello que estratégicamente debemos elegir a la hora de hablar. En un instante podemos pintarle la vida a alguien o no decirle nada. Por eso cualquier cruce con cualquiera puede ser crucial. Nunca es casualidad cruzarse con nadie, ya que todos podemos aprender algo, nosotros enseñarle, o ambos. 
Quizá alguno ya halla leído el ejemplo del mendocino en la parada del 111, pero voy a ejemplificar con un caso nuevo. Hace un par de días en la plaza del Nunca Más: volviendo de inglés, un viejo perdido en el lugar me pregunta cómo desembocar a Artigas. Le contesto que yo también voy hacia allí:
- Ah, bueno, te sigo entonces... Je je ¡qué te voy a seguir si uds. son jóvenes! ¿Sabés algo? Nunca te llevés un cigarrillo a la boca, no sabés cómo te mata. 
- Sí, no se preocupe que no fumo.
- Sí, ni hablar, porque después pasas por desintoxicación, cirugía  operaciones, y s horrible. Yo tengo 90 años y hace 10 que no fumo, mirame... Yo ahora veo a mi nieto de 16 y le digo 'dejate de joder'...

Para mi fue sencillamente brillante. Con este hombre podríamos haber tenido diferencias políticas, económicas, culturales, religiosas, incluso ser de 2 cuadros rivales clásicos. No importó. El tipo, sin inhibiciones ni prejuicios fue y se la jugó, no pensó en lo que yo me podría haber quedado pensando, ni como lo veía, fue y me batió la posta. A mi me pareció simplemente genial, aplaudo esa actitud.
Por eso apoyo esta iniciativa. Si cada pequeño encuentro nos puede dejar una pequeña gran enseñanza, démosle par adelante y que así sea.