domingo, 26 de febrero de 2012

Con el Destino

Quienes acostumbran a leer este sitio (?!) sabrán que quien escribe no cree que las coincidencias existan. Y voy a probar porqué.
Resulta que hace unos meses, en la misma parada del 111 donde me crucé al mendocino, estuve como 40 minutos esperando ese puto bondi, pero todo valió la pena.
Harto ya de no saber qué hacer para matar el tiempo, me senté en la cuadra, y ví de lejos, por mi vereda, caminar a un grupo de 3 chicas. Nada fuera de lo común, hasta que a ellas se aproxima una lujosa camioneta, con un grupo de 3 flacos dentro; y uno abre la puerta con el vehículo desacelerado y empieza: "Che, chicas, ¿se quieren subir?", "Dale, che, subanse que las llevamos", "Vamos, la vamo' a pasar bien" y así sucesivamente.
Ante el rotundo NO de las féminas, el boludo cerró la puerta al grito de "Anda a cagar, puta de mierda!". En este momento reconoceré públicamente mi cobardía ya que no me animé a gritar: "¿No sería más puta si se hubiera subido a tu auto?"; sin embargo pienso que fue inteligente teniendo en cuenta que ellos eran 3 veinteañeros, y yo un puberto de 17, flaco como un hilo de arena.
Pero más allá de que esto inspiró un futuro post que caerá para el 8 de Marzo, es interesante ver como la larga espera sirvió para ver un hecho que no duró más de un minuto, pero me dejó pensando todo el viaje de regreso. Un simple paso de los minutos, y toda una demostración del machismo universal en un momento. Evidentemente, de coincidente o anecdótico no tuvo nada.

Ah, sí; a los 2 minutos cayó el 111

miércoles, 15 de febrero de 2012

Alma de Diamante II

Luis Alberto Spinetta
La más perfecta armonía
Entre letra y melodía
que dió este planeta.


Se me ocurrió el otro día. Pequeño homenaje.

jueves, 9 de febrero de 2012

lunes, 6 de febrero de 2012

Héroes Anónimos

Hace poco, se me ocurrió pensar en lo que representan aquellos personajes que de la noche a la mañana, por tal o cual motivo, se vuelven famosos. Pero no me refiero a cualquier famoso, me refiero a aquellos con los que la gente se siente identificada de forma inmediata.
Hace unos años Norma Plá "haciendo llorar" al cagón de Cavallo; hace no tantos, Cumbio, como el icono femenino de la moda flogguer; el flaco del Alto Guiso, plasmando la situación económica de una parte de la comunidad que no todos quieren ver; los videos de 'La Loca de Mierda' y Julián Serrano exponiendo los problemas y angustias adolescentes de todos los días; y -en mi opinión el mejor de todos- el Tano Pasman, la indiscutible resurrección del frustrado hincha argentino, ante el mejor espectáculo del mundo, el fútbol.
Y se vuelven famosos, pero más se vuelven queridos, porque uno siente que es gente de todos los días, gente con la que uno podría encontrarse todos los días en el almacén, o en el tren. Y lo mejor de todo es que se hacen famosos no por algun operativo de la prensa, sino por ser ellos mismos. Esa gente que lleva el pueblo, la calle en la sangre.
A ver, de verdad, ¿alguien cree seriamente que gente como Ricardo Fort o gran parte de nuestra farándula representa al gran pueblo argentino salud? No, básicamente porque son inventados. Convengamos que la mayoría de la gente que la prensa enfoca -siempre hablando de lo que se refiere estrictamente a espectáculo y entretenimiento- poco tienen que ver con todos nosotros.
Hace algún tiempo, esperando el 111 a las 2 a.m., charlé con un mendocino que soñaba ser abogado, ya que tenia ideas innovadoras y creativas, pero por falta de recursos económicos, termino siendo piloto. Pero lo que más me sorprendió de este hombre es que, entre otras cosas que decía que había aprendido sobre la vida, logró recitarme todo el primer párrafo del libro El Hombre Mediocre de José Ingenieros (!!), que si bien no lo conozco, no tengo ninguna duda en que no le erró ni a las comas.
Ahora, yo me pregunto: ¿porqué esta gente no está en la tele, exponiendo su pensamiento, su opinión? ¿Porqué no puede hacer llegar su sabiduría a todo el mundo?
En conclusión, creo yo que esta es la clase de gente que necesitamos conocer, estas personas que son los verdaderos héroes de todos los días y nadie los aplaude por ello. Yo creo que el pueblo en el que vivo es maravilloso -ojo, tiene su lado malo- pero que los medios nos quieran hacer creer otra cosa no significa que nos traguemos ese buzón; creo que de todos un poco podemos aprender, pero depende de cada uno salir a conocerlos.